Aroa era una niña de 5 años, que vivía con sus padres en una pequeña y vieja casa.
A ella no le gustaba nada su vivienda así que un día, concretamente el 3-diciembre-2000, se escapó de su casa y buscó un refugio donde pasar la noche.
La pobre tenía frío, fiebre y algo de tos, pero no quería volver a su casa.
Después de andar y de andar, se metió en un caserío que tenía pinta de estar abandonado.
Ella entró dispuesta a encontrarse con alguien, pero no tuvo muy buena suerte.
Sus padres buscaron y buscaron por el campo y no la consiguieron encontrar, así que llamaron a la policía:
- Hola bueno días, soy Ana Rodríguez Pérez y busco a mi hija de 5 años llamada Aroa.
-Vale, nosotros nos encargamos de todo, no se preocupen.
Aroa estaba dentro del caserío y aunque no había nadie, ella sola se las apañó para pasar una noche como en casa.
La policía la buscó y la buscó, pero no la encontró, así que el jefe le dijo a su madre:
- Lo siento señora, pero no hemos podido encontrar a su hija.
- Ah, no se preocupe. Mi hija está aquí conmigo y con mi marido.
- Bueno, pues me alegro de que la hayan encontrado. Adiós.
Llegó el día el día de reyes, 5-Enero-2036, y Aroa ya había crecido, y le contó su historia a la hija.
Ella le preguntó a su madre cómo había terminado su historia.
Aroa contestó:
- ¿Qué historia ? Todo fue un sueño.
FIN
martes, 2 de noviembre de 2010
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